Fueron días de trenes, días de intercambios de vías, de canjes de maletas y de idas y vueltas.
Viejas estaciones olvidadas o casi en el olvido.
El ferrocarril de la Robla, con sus vagones de bancos de madera agitándose al compás de los raíles de esta vieja vía, esperó durante años una modernización que nunca llegó a tiempo.
Han vuelto los trenes, los vagones ya no tienen asientos de madera… pero los viajeros ya no son los mismos.
… A lo lejos en el andén se oye una voz que grita: “¿Ya pasó el último tren?”
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fiebre marzo 28, 2010
El último tren nunca pasa. Siempre es el que está por llegar.
Palabrita de «malos pelos».
Tus fotografías nocturnas y las marinas, con mucho, son lan que más me siguen gustando.
Un beso, pelón.
Photography J.Manuel marzo 28, 2010
No te falta razón, tras el último tren es muy posible que llegue otro. El probema surge cuando ya no quedan viajeros para seguir el viaje.
Pelona!, cómo vas de tus males griposos?.
Un retorcido para vos.
Charly Carbayón marzo 29, 2010
Que bonita foto, como me recuerda a mi Padre que en Paz descanse , ya que fue ferroviario. Felicidades
Charly Carbayón marzo 29, 2010
Que bonita foto, como me recuerda a mi Padre que en Paz descanse, que fue ferroviario. Felicidades
Photography J.Manuel marzo 29, 2010
Gracias Charly; en mi familía también hubo insignes ferroviarios como mi tío Manuel «El Ruso» y Jesús «Vizcaya» (que sin ser familía de sangre, lo fue de amistad).