El 15 de mayo de 2011 explotó una revolución social propiciada por el desencanto político y con epicentro en la madrileña Plaza de Sol. Desde este lugar se generaron rápidamente conexiones neuronales que alcanzaron en un primer momento a otros barrios de la periferia en los que la revolución fue más real y menos de «postureo o atracción recreativa de foráneos», extendiéndose en un breve espacio de tiempo a prácticamente la totalidad de las ciudades de España. Esta serie de fotografías muestras únicamente lo que yo viví en Sol y no tiene el porqué ser ni lo correcto, ni lo real, pero indudablemente fue lo percibido.